Vivimos inmersos en un ambiente que cosifica a las mujeres. Esto significa que multitud de estímulos que nos rodean representan a la mujer como un objeto: anuncios, chistes, películas, revistas, etc. Los titulares de estas noticias nos dan testimonio de ello:
- La mujer aparece como un objeto sexual en las carátulas de los videojuegos. Agencia SINC, enero 2017.
- Machismo en televisión: cuando la mujer es tratada como objeto frente a millones de personas. ABC, marzo 2017.
- La mujer, objeto de deseo o abuso, en dos films que dividen a la Mostra. RTVE septiembre 2017.
- ¿Mujer liberada o mujer objeto? La cuestionada herencia de Playboy. Ecodiario, septiembre 2017.
Qué es la cosificación sexual
La cosificación sexual es una forma sutil de discriminación sexista que reduce a la mujer a su cuerpo o a las partes de su cuerpo. Estos comportamientos se dan en todos los ámbitos de la sociedad, en los medios de comunicación, en el lugar de trabajo, en el entorno educativo y en la calle.
Por ejemplo:
- cuando alguien evalúa tu apariencia física,
- cuando estás hablando con un chico/hombre y te mira fijamente una parte de tu cuerpo,
- cuando te silban mientras caminas por la calle,
- cuando has escuchado comentarios sexuales sobre tu cuerpo,
- cuando te han tocado o pellizcado alguna parte de tu cuerpo contra tu voluntad,
- cuando ves cómo se utiliza el aspecto físico de la mujer para anunciar un producto.
(Sáez Díaz, G. 2016. Cosificación sexual: nuevas formas de violencia contra la mujer. Tesis doctoral)
Consecuencias negativas
Vivir estas experiencias de cosificación sexual de forma continuada produce consecuencias muy negativas:
- Hace que las mujeres se perciban a sí mismas como objetos, interiorizando además la mirada de un observador externo y la creencia de que han de ser sexualmente admiradas por los hombres.
- Esto conduce a una baja autoestima, ansiedad, una reducción del rendimiento cognitivo y una gran dedicación, en cuanto a tiempo, esfuerzo y dinero, para intentar mejorar su aspecto cada día, con ropa, maquillaje, peluquería, cirugía estética, etc. (Sáez Díaz, G. 2016).
- Por último, alimentan la violencia de género.
Actúa contra la cosificación
Para reducir y/o eliminar los comportamientos de cosificación sexual es necesario, por un lado, aumentar la conciencia sobre estos actos de discriminación sexista y, por otro, promover el bienestar de las mujeres (niñas, adolescentes, chicas jóvenes). Se trata de conseguir que éstas no se perciban como objetos y puedan reforzar su autoestima, controlar su propio cuerpo y dedicar sus recursos a gustarse a sí mismas y a obtener logros personales y profesionales.
Por ello, te proponemos que pienses en las situaciones que ves o vives en el día a día que convierten a la mujer en un objeto y actúes:
- Si eres mujer, muestra rechazo por esos comportamientos y manifiesta que no eres un objeto sexual. Además, dedica tus esfuerzos a gustarte a ti misma y a desarrollarte personal y profesionalmente.
- Si eres hombre, rechaza este tipo de situaciones y no las promuevas.
Se trata de valorar a las personas por sus sentimientos, sus ideas, sus ilusiones y sus logros, no por su cuerpo.
Si deseas realizar tu aportación comentando alguna de las situaciones que has visto o vivido de cosificación sexual, o realizar cualquier comentario sobre este tema, anímate y participa en el blog. Todas las ideas son importantes.